dilluns, 16 de maig del 2016

Días para morir en el paraíso, de Jaime Molina García

Como todo lo que rodea a Jaime Molina García genera revuelo, la publicación de su última y séptima novela, de factoría profesional, Días para morir en el paraíso, no fue menos. Luego de la publicación de La Fundación 2.1 y su evidente irrupción en el mercado editorial español, Jaime repite la fórmula que lo ha llevado a convertirse en uno de los escritores con mayores recursos del panorama actual.
Días para morir en el paraíso, aunque de manera más imprecisa, vuelve a escenarios distópicos y futuros inciertos, normalmente carcomidos por la dudosa moral de una especie humana que se empeña en la autodestrucción. Sin embargo, aquí termina toda similitud con su anterior novela, puesto que, si se quiere, Días para morir en el paraíso alcanza una madurez superior, tanto en la historia como en la complejidad temática, una obra de ciencia ficción mucho más definida y elaborada, desde el comienzo, como un thriller oscuro: señal inequívoca que llevan las grandes obras del género.
Días para morir en el paraíso se sitúa en un mundo-futuro contaminado en el que los habitantes deben pagar por el aire, como hoy se paga por el agua, para sobrevivir. Naturalmente, ese mundo de nombre Antagón, está controlado por una corporación que ostenta el monopolio del aire, encarnada por el magnate Volpi, que su muerte ha levantado una tormenta de suspicacias. A partir de allí, la historia va in crescendo y se lee con agilidad y ansiedad.
El agente Vidal —un antihéroe con miserias y bajezas— es reclutado por el poderoso Ministerio de Información con el fin de desentrañar pequeños casos sin importancia, pero la soledad y el aburrimiento lo llevarán por caminos vedados a personas de baja estopa, hasta toparse con un antiguo archivo que le señala una pista que no podrá dejar escapar: posiblemente el multimillonario Volpi siga vivo y esté preparando su próxima jugada. Para localizarlo, Vidal deberá seguir las pistas que dejaron Renian, su predecesor en el cargo y Antera, una ecoactivista que en el pasado fue confidente y amante de Renian.

Como en el viaje de autoconciencia que emprende Ulises, también Vidal descubrirá que todo cuanto creía está construido sobre una mentira y que para conocer la verdad tendrá que estar dispuesto pagar un precio muy alto. Erigida sobre todos los ingredientes que hacen a la ciencia ficción un género fascinante —intriga, imaginación, originalidad, redención—, Días para morir en el paraíso se destaca por su buena factura, una obra para recomendar y guardar a Jaime Molina García en el rincón de autores preferidos.






6 comentaris:

  1. Parece un texto entero, cuya lectura, ahora recomendada por ti, suena a imprescindible.

    Un beso

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  2. No he leído nada suyo, así lo confieso, y es que aunque de chavalilla era muy aficionada a la ciencia ficción (empedernida adoradora de Asimov), parece que la cosa se me pasó y ahora no me atrae el género. Bueno, he de reconocer que ahora sólo leo poesía, ni siquiera la narrativa, en general, me atrae como antes. No obstante, comparto tu estupenda reseña para que otros lectores la aprovechen. Besos y feliz semanita :-))

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    1. La saga de la Fundación estaba tremenda. la ciencia ficción es mi segundo género favorito, por detrás de la comedia. yo sí q debería leer poesía en papel, mi bagaje de lecturas poéticas en papel es ridículo. besitos

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  3. realmente parece interesante... gracias por la reseña

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    1. no las redacto yo, solo las comparto. pero gracias por tu visita

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