Con velocidad de revólver,
frente a la libertad
que bruma a vuelo,
lágrimas de sal que quieren
ser mar.
Con motivo y sin veleta,
en vertical fulgor, mi ser
breve
de levedad avida.
Párpados y estrias
han sido,
han tomado la levadura
efímera de estos días.
Después de sufrir, después
del fracturado desenlace,
te queda un esté majado,
un Sol vacuno de pezuña
tenue.
Y te bebes la razón al saber
que sufrir te toca después
de la dicha.
El amor nos llena a grajo
de gracia.
Esta síntesis de éxito es un
lagar
de premuras y promesas.
Somos esa piedra caliza
blanqueando muros
y caminos...
...caminos que recorro,
siglos después,
con los ojos cegados
por los blancos
reflectantes
rescatados del sepulcro.
Busco las vías,
las flechas de hierro,
que solían llevarme
a la arena procelosa
de tu playa
varadero.
Leves como la bruma,
leves como el amor
traicionado
en las promesas,
los dientes de león
se elevan al cielo,
desmenuzándose
en estrías secuestradas
por el viento.
Un viraje del camino
me devuelve a tu regazo,
y en la lejana curvatura,
vuelvo a ver tu vientre
combado de arrecifes;
efímero reencuentro
de dos almas
dislocadas,
de ayeres caducados
con sabor a levadura.
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Poema a cuatro manos escrito por Alex Vargas y por Belén Aguilar Salas.
Buen fin de semana a todos!!!