dimecres, 19 de novembre del 2014

Gone girl (Perdida). Fincher el transgresor

Vengo hoy con una reseña de cine calentita, algo que no hacía desde hace muchos meses. Quisiera hablar de “Gone girl” (Perdida), la última película de un director al que he ido siguiendo a lo largo de los años, David Fincher.







Su primera película como director fue “Alien 3”, película que no vi por aquello de que las segundas partes nunca fueron buenas. El “Alien” original es tan y tan bueno que no quise arriesgarme con las secuelas. Luego llegó “Se7en”, película que se convirtió en uno de los mitos cinéfilos de los noventa. Un thriller oscuro, gótico, con un pie en el cine de terror, ambientado en una ciudad de ceniza, lluviosa y gris; posee “Se7en” algo de transgresión moral, de provocación, centrada en el discurso del psicópata encarnado por Kevin Spacey al final de la película, cuando ya se ha entregado y expone las motivaciones que le han llevado a cometer sus crímenes. El argumento juega con eso, con llevar sutilmente al espectador a algo parecido a la comprensión hacia los móviles que han impulsado al asesino a arrogarse el papel de justiciero. Menos mal que con la escena final de la película dicha comprensión queda seriamente dañada.








Siguió Fincher con “The Game”, película que no tengo fresca en la memoria pero que tiene en común con “Se7en” un argumento muy enrevesado. Ésa sería la marca de fábrica del autor a lo largo de su carrera: suspense, intriga, misterio y tramas en extremo complicadas. Después llegó “El Club de la Lucha”, un cóctel explosivo de maldad, nihilismo, locura, violencia y jabón; una película en que roban la grasa sobrante de las clínicas de cirugía estética para fabricar explosivos, lo que unido a su polémico final causó que nuestra desorientada generación tuviera al fin su propia “Naranja Mecánica”. Es una película de culto que prácticamente nos aprendimos de memoria, con momentos cumbre como la frase que Brad Pitt le suelta a Edward Norton en el avión: “Y ahora una cuestión de etiqueta, ¿te enseño el culo o la bragueta?”. Pero en fin…la gente crece, madura, y ciertas películas pasan a un segundo plano con el paso de los años, pasando a ser un recuerdo nostálgico y curioso.







Quizás eso le pasó a David Fincher, que maduró; la otra explicación, más malévola, es que su éxito acabó por domesticarle. Rodó “La Habitación del Pánico”, un film lleno de suspense, más tarde “Zodiac”, película que vi esperando de ella un nuevo “Se7en” y me decepcionó bastante. Más tarde llegó “El Curioso Caso de Benjamin Button”, una película muy digna, que no desmerece en absoluto al relato de Scott Fitzgerald, pero muy alejada del estilo habitual de Fincher, siempre tan obsesionado con indagar las motivaciones más oscuras de los seres humanos.







Con “La Red Social” obtuvo un Globo de Oro, pero es más de lo mismo, una película algo anodina con toda la pinta de haber sido rodada por encargo. Es curioso que me parezca anodina una película sobre el nacimiento del fenómeno social más importante del siglo, pero en mi opinión lo es. ¿Es Fincher otro caso de director de éxito al que le han limado las uñas o es una cuestión de madurez artística? Es imposible saberlo, porque no podemos meternos dentro de su cabeza.


Pero cuidado, porque parece que el trasgresor ha vuelto, al menos en pequeñas dosis.  La pedrada que lanza Fincher en “Perdida” a las relaciones de pareja es contundente, pero aquí pasa una cosa, que si les cuento qué tienen en común “Se7en” y “Perdida”…se quedan ustedes sin media película. Tiene algo que ver con un monólogo, recitado por la excelente actriz protagonista (Rosamund Pike), y ya no puedo decir más. Un abrazo a todos, panda de blogueros, y mis agradecimientos a la Wikipedia y a FilmAffinity por haberme ayudado con este post. Mi blog está siempre abierto para los que quieran hablar de cine, aunque a veces me duerma en los laureles. Besos a mares.







divendres, 7 de novembre del 2014

las rimas solitarias vol.1






Si hubiera podido ser agua en tus labios…
…si hubiera podido ser fuego en tu hielo…
si hubiera accedido a tus juegos sucios…
…o hubiera mostrado mi yo verdadero…
…si hubiera pactado las reglas del juego 
y las hubiera obviado al primer capricho…
…si hubiera aludido a mundos ocultos 
y a oasis de miel en mitad del desierto.

Histriones serios, generales ebrios, 
falsos maestros y vanos misterios…
…un circo colosal de trapecistas tuertos 
montando carpas rojas 
en los cementerios. 

Todo eso y más, si hubiera podido, 
para que tu alma de niña no se aburriera. 
No estaría ahora en una calle muerta 
empujando con mis llaves maderas ciegas. 
Estaría contigo, metido en tu cama, 
buscando la puerta de entrada a tu alma. 
Con besos, con risas, supongo…
…con calma.







Registrado en Safe Creatives, número de código 1407081425668.
Todos los derechos del texto reservados.


Poema publicado en BARRA DE PALABRAS,
el suplemento cultural de EL DIARIO DE PALENQUE.
(CHIAPAS, MÉXICO).
Ándele, ándele!!